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Barrio El Progreso, Altos de Cazucá: al borde del abismo

Familias de Altos de Cazucá, al suroccidente de Bogotá, realizaron este jueves un plantón ante la Corte Suprema en reclamo del derecho a una vivienda digna. Marcharon hacia el Ministerio de Vivienda, y finalmente a la Secretaría de Planeación de la Alcaldía de Soacha para reclamar la revocación de un fallo adverso de la Corte.
La tutela impuesta por los pobladores de Alto de Cazucá exige el derecho a una vivienda digna en conexidad con la vida, igualdad y habeas data de todos los accionantes como de su familia. Por otro lado, los pobladores temen por la inestabilidad del terreno donde se han generado frecuentes deslizamientos; así que dentro de sus peticiones está la protección del derecho a una vida digna, que no sean vulnerados sus derechos y que sean reubicados o haya un reasentamiento.
La comunidad argumenta en la tutela que ni la alcaldía ni ninguna entidad ha tomado las medidas necesarias de protección para que las familias que no han sido reubicadas y siguen en el sector no sufran más los riesgos de vivir allí, puesto que en los programas de reubicación no todos los pobladores fueron incluidos.
En este sentido la tutela exigió al Ministerio de Vivienda acompañar el proceso y la alcaldía de Soacha hacer de nuevo el sumario de inclusión en el proceso de reubicación y generar programas de vivienda con asignación presupuestal para las 15 familias que se encuentran favorecidas en la tutela. Para lo que la Corte dio 10 días de plazo para que empezaran las visitas a las familias, que hasta el momento no se han cumplido hasta que haya revisión de la sentencia.
Sin embargo, el Ministerio de Vivienda plantea que no ha vulnerado los derechos de los pobladores, Fonvivienda que no tiene que ver con el tema de reubicación y la alcaldía se excusan, según los demandantes, en que muchos de los accionantes no vivían en ese lugar, que algunos empezaron a vivir allí después del deslizamiento y del censo y que además está adelantando ya programas de reubicación. No obstante los pobladores argumentan que cuando se realizó el censo para la reubicación llegaron los funcionarios a muchas casas donde no estaban sus habitantes, puesto que se hallaban trabajando y por tal razón no fueron tenidas en cuenta en el censo.
Altos de Cazucá
La mayoría de pobladores de Altos de Cazucá, municipio de Soacha (sur occidente de Bogotá), están en inminente riesgo de perder sus hogares por las condiciones del terreno. Según estudio de Ingeominas del 2006 de cerca de 103 barrios que comprenden la zona, sólo 5 se encuentran en zonas que pueden mitigar los riesgos relacionados con la inestabilidad del terreno.
Esta zona es parte de una cadena montañosa que recorre el sur y oriente bogotano, que se caracterizan por la explotación minera para materiales de construcción: arena, gravilla y otros.
Por esta razón las 15 familias del barrio el Progreso, uno de los más afectados de la zona que se encuentran en el lugar denominado el hueco, impusieron una acción de tutela en contra de las instituciones locales encargadas de planeación y vivienda al ser vulnerados sus derechos a la vida, vivienda digna, integridad personal e igualdad; según dicta la tutela se instaurada ante la sala penal del Tribunal Superior de Cundinamarca el 06 de junio de 2013, con radicado 2013-206 en el Tribunal Superior de Cundinamarca – Sala penal, bajo el hospicio del Magistrado ponente James Sanz Herrera.
Esta tutela se instaura después de los estudios hechos por la oficina de planeación de Soacha que pretenden definir que barrios podrían en un futuro ser legalizados. Sin embargo, los habitantes afirman, que es muy peligroso seguir viviendo en dicho lugar.
Altos de Cazucá se encuentra dentro de los cinturones de pobreza y marginalidad que comprenden los límites de Soacha y Ciudad Bolívar (localidad 19 de Bogotá). Según una de las madres que impusieron la tutela los habitantes del sector no tienen los recursos ni las oportunidades para procurarse una vida digna. Ella también habló de la situación de algunas de las familias: presencia recurrente de menores de edad, familias víctimas del desplazamiento forzado por parte de paramilitares, algunas con miembros que sufren discapacidades, otras con personas de la tercera edad como cabezas de hogar.
Por otro lado, no hay acueducto ni alcantarillado, tampoco gas y sólo un sector tiene agua, aquellos que no pueden acceder a ésta deben ir cada cuatro días a un tanque comunal instalado en algunos barrios.
La lideresa y el líder Sandra Rodríguez y Jhonny Carmona de ASOVIDIG (Asociación por la Vivienda Digna) han encabezado este proceso junto a las 15 familias y al CEAT (Colectividad Educativa por una Academia Transformadora), quienes colaboraron en asesoramiento para la elaboración de la tutela; y de igual manera, ponen a disposición de la comunidad las necesidades especificas de una mejor vivienda y el conocimiento sobre la técnica jurídica para el acceso a una vivienda digna, puesto que no hay indicios o nunca se ha iniciado un proceso propio de las comunidades afectadas, afirman miembros de la comunidad.
El CEAT es identificado por sus miembros como un colectivo de profesionales interesados en aportar a los procesos sociales desde la especificidad de sus áreas de estudio.
Los pobladores junto a las organizaciones acompañantes piden a la ciudadanía se solidaricen no solo con el proceso de Altos de Cazucá sino con la construcción de una alternativa concreta en materia de vivienda digna para el país.