El 07 de octubre de 2014 se lanzó la campaña nacional por la defensa de la autonomía, la democracia y la libertad académica en el Auditorio Virginia Gutiérrez de la sede de posgrados de la Universidad Nacional, Sede Bogotá y el periódico estudiantil Crayola se hizo presente, no solo como motivo de solidaridad con el profesor Miguel, sino como actores que debemos visibilizar este tipo de injusticias que aún se siguen presentando en este país.
Si como estudiantes permitimos que este hecho quede impune, el día de mañana cualquier profesor que ejerza su libertad de cátedra podrá ser acusado no por las instancias disciplinarias internas de cada Universidad, sino por la Procuraduría General de la Nación, allí es donde radica la preocupación de la academia a nivel nacional, es impensable que este ente de control público tenga injerencia en asuntos que le pertenecen a la órbita privada y autónoma de las universidades, independientemente de si es pública o privada.
El profesor Renan Vega Cantor sentenció que de lo que se está hablando, es de las nuevas estrategias invisibles que está utilizando el Estado terrorista para acallar el pensamiento con enfoque crítico en Colombia, ese fallo del procurador que inhabilita por 13 años a Miguel a ejercer cargos públicos no traduce otra cosa que la muerte laboral, pues con su carrera como investigador del conflicto armado colombiano, ninguna entidad privada lo contrataría.
Es un momento político histórico que está aconteciendo, con el ataque a Miguel Ángel, se está atacando la autonomía universitaria de toda la educación nacional, la libertad de enseñanza de maestros y el derecho a la educación de calidad de los estudiantes, que les otorgue herramientas críticas para realizar el simple ejercicio de pensar y ser autónomos por ejemplo en la decisión de que temas investigar para las monografías de grado. Miguel Ángel por su parte ha demostrado su coherencia intelectual, muy bien señalado por el profesor Sergio de Zubiria, quien reseñó que él estudió el conflicto armado de los llanos orientales en los años 50, luego la violencia del Frente Nacional y la protesta del pueblo colombiano por su desacuerdo con esa toma del poder, estudió el proceso de desmovilización del MRL y posteriormente el conflicto mexicano, entendiendo la dimensión latinoamericana de los movimientos sociales y de las injusticias que se sufren como Continente.
No sólo se trata de hacer la mejor defensa jurídica del caso, la defensa de la pulcritud académica de Miguel Ángel y de defender ¿cómo les parece?, en pleno siglo XXI, la libertad de enseñanza, sino de defender organizadamente la dignidad de la educación colombiana, de la independencia de aprender y enseñar, de la honestidad del pensamiento y la pasión del investigador que estudia la historia desde diferentes perspectivas para alentar el pensamiento crítico en la sociedad como conjunto.