Se posó ante mis ojos el quebranto del alma... gota de sal y desdicha, una lágrima.

Andrés Felipe Ávila Ruiz “Spike”

Jornada nocturna 4 año

Furibundo, entre recuerdos y nostalgias me encontré con el mundo, y entre los lugares menos esperados descubrí la calma, para mi desgracia, desfilan-té, hermosa, cautivadora. Es la plenitud de un semblante imponente a lo inmortal. Me reduje a mirarla sin perjuicios, olvidado a los que olvidan, cautivando mensajes inconclusos con sonrisas y miradas diversas.

Nos dirigimos a caminar historias, a perdernos entre anécdotas y sueños eternos.

Nos dispusimos a encontrarnos en lugares conocidos que se vieron disfrazados de mundos perdidos, y en un arrebato sentimental, sin decir nada, sin conocerle más que el saludo, asechó entre nosotros el impulso de habernos conocido por siempre, y sin mediar discurso dejamos que los labios hablaran sin decir nada.

Nos consumimos en el momento y el tiempo que pasaba, ya no nos importaba, pudimos haber seguido sin mesura, sin censura, como por un “por siempre…”